lunes, 3 de mayo de 2010

Algo que recuerdo, entre mil cosas, de vos:



El viento golpeaba suavemente sobre nuestros cuerpos, el cielo apagado y oscuro, la brisa ultramarina escurría la arena entre toda la playa y a mi lado estabas vos, único en tu totalidad. Viendo como tus ojos oscuros e inocentes recorrían cada detalle de mi rostro cansino, iba sintiendo tu respiración al mismo unisono que el latir de tu corazón, tan relajante era el momento, que me hacías suspirar entrecortadamente, me quitabas el aire sin saberlo. Tu boca suave, como tus manos hechas de seda, me sacaban el aliento completamente y no podía dejar de besarte.. podría morir en el intento, pensé más de una vez. La noche se oscurecía más o vos brillabas más, casi como una estrella en esa noche taciturna y especial. Parecías un ángel que había caído por equivocación a la tierra y no sabías donde te situabas, estabas tan indescriptible en palabras.. eras toda una belleza visual.
Como fotografías nítidas, vos estás en mi y en alguna parte de mi andar. Siempre.



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